Cuando la Registraduría Nacional confirmó, en su último boletín, que la consulta popular de Fusagasugá había logrado el umbral para su aprobación, y que el 99% de los votantes dijeron no a los proyectos extractivistas de gran impacto en el territorio del municipio, entre ellos la extracción de hidrocarburos por medio del fracking, David Pulido saltó y gritó y puteó un buen rato. Estaba feliz, y no era para menos: después de 6 años de proceso en defensa del territorio, ese 21 de octubre se consolidaba una de las luchas colectivas más importantes de aquellas en las que había participado en su vida.

 

Ingeniero agrónomo de la Universidad de Cundinamarca, líder estudiantil, activista social y ambiental, David también es integrante de la organización social Tierra Libre y del comité ambiental promotor del no, Fusunga, uno de los procesos organizativos que, por ahora, logró arrebatarle a las multinacionales mineras y petroleras el territorio de un municipio que tiene vínculos estrechos con el páramo de Sumapaz.